En época de aceitunas y siempre que tengamos disponibilidad de ellas, nuestros huéspedes podrán ir a nuestros olivares a recoger aceitunas para posteriormente fabricar aceite que se podrán llevar a casa como un bonito recuerdo de su estancia en nuestra casa .
Los 10 pasos para hacer aceite artesanal
- Las aceitunas que vienen del campo se ablentan con un potente ventilador para separar el fruto de las hojas, las ramas, la tierra…
- Las aceitunas se lavan bien con agua caliente para quitarles la suciedad restante (polvo, barro, etc.).
- Las aceitunas limpias se vierten poco a poco sobre la tolva del molino de “dientes” para triturarlas o molturarlas.
- La masa resultante (aceite, agua, piel y hueso) cae a la batidora formada por un barril de cerveza de 50 litros y unas aspas unidas a un motor, que remueven la masa lentamente durante una hora aproximadamente y a temperatura controlada (entre 20 y 25 grados centígrados) para crear una mezcla homogénea.
- Se coloca el primer capacho de fibra de coco encima de la base de la prensa, sobre la que irá cayendo el zumo recién exprimido, y que en nuestro caso es una paellera de tamaño familia numerosa de las de antes.
- La masa batida se extiende sobre los capachos, por ejemplo con un cazo, creando finas capas entre capacho y capacho, de forma que la masa no se salga por los lados al prensar.
- Cuando hemos completado el sandwich, llega el momento de darle a la manivela de la prensa y empezar a exprimir el zumo, que lentamente irá escurriéndose, filtrándose entre las fibras de los capachos y cayendo a la base. En este proceso es posible que necesites ayuda para darle descanso al brazo…
- Este zumo denso y turbio de alto contenido en polifenoles y compuestos naturales, procedentes de las pieles y los huesos triturados que se encuentran integrados en el líquido, va cayendo a un depósito a través del orificio de la base de la prensa.
- El zumo acumulado en el primer depósito, se hace circular por gravedad hacia otros depósitos colocados a diferentes alturas, de forma que los residuos más sólidos se van quedando en el fondo de cada uno, a la vez que el aceite de oliva se va purificando. Este proceso se llama decantación, y en él se emplea también agua caliente, para ayudar a separar el aceite de oliva de los residuos por la diferencia de densidades: los sólidos se van al fondo y el aceite se va arriba, quedando el agua en medio.
- En nuestro caso hemos empleado un sistema de decantación con 3 depósitos, para obtener un aceite suficientemente limpio y brillante, pero a la vez denso y turbio, con un color muy verde y un sabor intenso.
Extraído de la web directodelolivar.com